















Nos toco ir a la Selva del Perú, a seguir aprendiendo de nuestra sabiduría ancestral, "Aquí cuidamos al agua, limpiamos en faena con toda la comunidad, así el ojo de agua no se seca; agradecidos estamos siempre"
Cuando acercamos el mundo del compost a niños y niñas les damos la posibilidad de comprender la vida en su dimensión cíclica, de valorar todas las fomas de vida, desde la más peqeña lombriz hasta el majestuoso árbol, pero sobre todo, de volver al origen, donde la comida viene de la tierra y no del mercado