Marcha por la paz y por la vida - Febrero 2023

 


De Ana Sofía P. Toguchi

16 de febrero 2023
"El mayor homenaje que podemos rendir a nuestros mártires es honrar su memoria para que su lucha no muera" Esa ha sido la consigna en Arena y Esteras desde 1992. Por ello cada 15 de febrero hacemos un tributo a Maria Elena Moyano en nuestra casa, en las calles, en su monumento o donde descansan sus restos. Esa es la escuela que le ofrecemos a cada niño, niña y joven que llegan a nuestra casa. A nuestros propios hijos. Es la respuesta a quienes quieren enterrar o manchar su imagen. Es nuestro legado para las generaciones jóvenes. Y lo hemos hecho por 30 años, siempre acompañando a dirigentes y líderes de Villa El Salvador. No somos muchos pero somos persistentes en su memoria. Pero ayer fue diferente. Cientos y cientos de personas con polos y gorros blancos nuevos y relucientes. Muchas banderolas también nuevas. Filas de caminonetas de la policía y serenazgo. Y un gran contingente policial antimotín (imagen muy común desde que iniciaron las protestas). A la cabeza de este gran aparataje el nuevamente electo alcalde distrital y algunos congresistas y miembros de partidos políticos. La Marcha por la Paz... De otro lado un pequeño grupo de dirigentes y militantes muy comprometidos portaban carteles hechos a cartulina y plumón. Lo que no tenían en recursos les sobrava en dignidad y bravura. Gritaban a viva voz consignas que mostraban su indignación hacia quienes usan la imagen de Maria Elena para ganar presencia partidaria. También expresaban su justo reclamo ante los asesinados en las protestas. Se mostraban iracundos. Este pequeño grupo esperaba en la Av. Mariátegui, cerca al monumento y cuando pasó el gran desfile blanco comenzaron los gritos. Del otro lado hubieron también respuestas. Pero lo que más dolía era el desprecio en sus miradas. Se sentían protegidos por este gobierno. Y en medio de esto un grupo de niños en zancos y polleras, jovencitos con carteles donde se leían los nombres de las víctimas de las protestas. Niños y niñas confundidos, en medio de una disputa que no les pertenece. La disputa por la imagen de una mujer afrodescendiente, madre, dirigenta de comedor, animadora de educación infantil, líder de parroquia, mujer bailarina, alegre, directa, pero sobre todo, mujer coherente, que debatía ideas y que jamás consentiría algo como lo que pasó ayer. La violencia no se detiene con más violencia. Ella lo dijo "Cuando hay la fuerza, la mistica, cuando hay la creencia en algo que has construido con tus propias manos, con tu propio esfuerzo, dificilmente te pueden derrotar con la posicion del miedo, del terror" Por eso este pequeño grupo con zancos y una bandera blanca (personaje construido hace casi 30 años) emprendieron el regreso a la casa de teatro, algo confundidos pero tranquilos, sabiendo que Maria Elena no está en el monumento ni en la banderola de nadie. ella vive en nuestros corazones y sostiene la memoria de quienes seguimos luchando por la vida, por la paz con justicia social, ya sea a través de una olla, un lápiz o un par de zancos. Gracias Maria Elena y perdón por lo que pasó ayer.
(Registro: Cusy M.)